ESTRATEGIA Y TRATAMIENTOS PARA EL VITILIGO

 El vitíligo se trata de una enfermedad cutánea autoinmune cuya principal característica es la decoloración de la piel. Es una patología totalmente benigna, aunque el impacto en la calidad de vida puede tener consecuencias directas en el autoestima de los afectados.

Se calcula que este trastorno afecta a más del 1% de la población mundial. No hay diferencias entre hombre y mujeres, pero se ha demostrado que es más frecuente en personas de piel más oscura.

El origen de esta afección reside en la desaparición de los melanocitos, las células que sintetizan la melanina. La melanina se encarga el pigmento de la piel, por lo que la ausencia de estas células provocan una ausencia del pigmento de la piel.

 

Lo clasificamos en dos formas:

El vitíligo generalizado, es el más común, afectando a casi la totalidad de los casos en entre un 90 y un 95% de ellos. «Aparecen manchas blancas y simétricas y bilaterales por todo el cuerpo».

El vitíligo segmentario, que solo afecta a un lado del cuerpo. Esta forma es menos común, pues solo afecta entre un 5 y un 10% de los casos.

Recomendamos una terapia basada enfocada en tres objetivos:

El primero de ellos, es detener la progresión de las manchas mientras la enfermedad está activa. Esto se produce durante la destrucción de los melanocitos por parte del sistema inmunológico.

Posteriormente es idóneo repigmentar las manchas descoloridas.

Para finalizar con las estrategias para mantener esa repigmentación ganada.

Para obtener los objetivos mencionados en este post, contamos con varias terapias y tratamientos:

Para el cuerpo se pueden recomendar tratamientos antiinflamatorios como los corticoesteroides locales.

Mientras que para las zonas de la cara se recomienda el uso de otras cremas a base de inhibidores de calcineurina.

Otro tratamiento para mejorar las manchas blancas es la fototerapia:

Con un láser fraccionado no ablativo se pueden lograr mejoras de hasta el 85%, así como el láser de CO2 fraccionado o los peelings médicos que ayuda a unificar el tono de la piel.

Si las manchas de vitíligo están muy extendidas, es probable que se aconseje fototerapia, consistente en la aplicación de luz UVA sobre las zonas despigmentadas.

Esta puede administrarse sola o después de administrar sustancias que incrementan la sensibilidad de la piel a la luz para proporcionar más respuesta de coloración. Estas sustancias pueden administrarse como loción o crema tópica sobre el área afectada una media hora antes de exponerse a la luz.

 

En caso de administrarse un preparado oral, el intervalo entre la toma y la exposición es mayor.

Normalmente, la frecuencia se establece entre una y dos veces por semana, durante un periodo de aproximadamente seis meses -aunque pueden ser más-, siempre bajo riguroso control del médico prescriptor.

 

 

 

*** A TENER EN CUENTA

No se trata de una enfermedad grave, pero sí puede dar lugar a problemas estéticos importantes que afecten psicológicamente a quien los padece.

Las manchas de zonas como cara y cuello se pueden maquillar para imitar la coloración normal.

Las zonas despigmentadas son más sensibles a los efectos del sol que el resto de la piel, por lo que deberán protegerse adecuadamente.

 

 

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