Aprende a diferenciar la piel seca de la piel deshidratada

 La Piel deshidratada es porque tiene carencia de agua, una afección cutánea que puede revertirse, también habitual en personas con la piel grasa o mixta.

Las causas tienen que ver con la edad, con una producción más lenta de lípidos intercelulares, creando una función barrera deteriorada que da lugar a la deshidratación:

Esto lo podemos notar porque «luciremos un aspecto apagado y plano, sin luminosidad y con una coloración cenicienta, además de ojeras oscuras y aspecto más cansado».

El estilo de vida es un factor importante en la piel deshidrata, también el hecho de consumir alcohol, y la exposición prolongada a climas secos, al sol y al calor, así como las calefacciones o el aire acondicionado, y los productos cosméticos que resecan en exceso. 

 La piel seca en cambio carece de contenido graso, mostrando un exterior tirante y áspero, más probable en personas mayores que jóvenes y con causas parecidas a la deshidratada, añadiendo el uso indiscriminado de antihistamínicos para las alergias y de nuevo, usar cosméticos que resequen como jabones en pastilla, limpiadores muy espumosos o retinoides recetados.

La piel seca se observa escamosa debido a la falta de grasa, y a menudo con picor y erupciones que pueden provocar psoriasis, eccemas o dermatitis.