A este tipo de hipersensibilidad se le conoce por ser una respuesta inflamatoria que provoca enrojecimiento, picor y granos. De hecho, gran parte de lo que hacemos para evitar y tratar el acné puede aumentar esa hipersensibilidad, sobre todo cuando exponemos a la piel a los diferentes agentes externos. Por ejemplo, en verano, a los rayos del sol.
Esta reacción exagerada provoca inflamación y la formación de granos, quistes y nódulos.
La piel sensible, antecedentes familiares o cambios hormonales: pubertad, menstruación o embarazo, son las causas que pueden afectar en el desarrollo de la hipersensibilidad acneica.
Además, el estrés, la dieta y/o los productos para el cuidado de la piel pueden incrementar su aparición.
¿LA LUZ SOLAR EMPEORA LA HIPERSENSIBILIDAD ACNEICA?
Los rayos UV pueden perjudicar la barrera natural de la piel haciéndola más susceptible a la infección e irritación. La exposición al sol puede provocar un aumento de la producción de grasa, que puede obstruir los poros y empeorar el acné.
Debemos también recordar que no toda exposición al sol es mala para el acné. La clave está en encontrar un punto medio y proteger la piel de la exposición excesiva a los rayos UV.
LA RUTINA PERFECTA PARA PREVENIR ESTOS CASOS
Lo primero que hay que tener en cuenta es que se deben utilizar siempre cosméticos suaves, que no contengan sustancias químicas agresivas, fragancias o colorantes. Lo ideal sería hacerse de productos formulados específicamente para pieles sensibles o propensas al acné.
La exfoliación; hay una delgada fina entre saber cuándo estamos exfoliando lo necesario y cuándo nos pasamos de la raya, pudiendo ocasionar con una sobre exfoliación que provoque, justo, un efecto contrario al deseado, dando lugar lo que algunos expertos denominan como brotes irritativos o hipersensibilidad acneica.
La rutina se podría dividir en una serie de pasos para que sea lo más eficaz posible. En primer lugar, comenzar con una espuma limpiadora específica para piel hipersensible. Seguir con un tónico exfoliante, y sérum.
El final de la rutina sería diferente dependiendo si es por la mañana o por la noche:
· Por el día, una crema que tenga protección.
· Por la noche, un sérum nocturno para que para conseguir una mayor hidratación mientras descansas.
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